Saturday, March 1

Good Hopes

"The expansion of the military is the ultimate expression
of political and economic power."
-David, profesor de TSS

Subir a los barcos de la marina alemana fue más sencillo que subir a un visitante al Oceanic II. Ni cartas, ni permisos por adelantado, ni nos pidieron identificación. Sólo pasamos por un detector de metales y las bolsas por una máquina de rayos X, y fuimos subiendo en grupos de 20, por un andamio especialmente armado (foto, tomada desde mi ventana ayer) hasta la cubierta de la EGV Berlin.

EGV Berlin tiene como propósito abastecer a otros barcos (de allí lo de Einsatzgruppenversorger) de combustible, alimentos, municiones y otros suministros en altamar. También puede recoger y almacenar basura y otros desperdicios. De esta torre cuelgan las mangueras para pasar combustible o agua a otro barco. Un oficial nos explicó que los amarres deben mantener cierta tensión todo el tiempo, lo cual es difícil lograr cuando el mar está picado. También tiene un hospital con 45 camas y dos salas de operaciones y espacio para dos helicópteros. Sólo hay dos barcos así en la marina alemana, Berlin y Frankfurt am Main. FGS (Fregattengeschwader) Hamburg y FGS Köln son fragatas de combate, bien armadas, y la esperanza es que no haya que usarlas...

SAS Amatola es una de cuatro fragatas (ellos las llaman corbetas) "Valour Class" construidas en Alemania para la marina sudafricana con el objetivo de "restaurar la marina con una nave combatiente en superficie." Cada una lleva el nombre de una batalla significativa en la historia de SA: Amatola es la región montañosa donde los ingleses se enfrentaron a los xhosas, quienes mostraron brave defiance against overwhelming odds. El folleto que me dieron al subir también resalta que estos son los primeros barcos de guerra en los que se usó soldadura láser, los primeros con propulsión a chorro de agua por turbina de gas, y los primeros en tener escapes totalmente horizontales para sus motores. 121 metros de eslora, 9 cubiertas, velocidad máxima de 30 nudos. Una variedad de armamentos, incluyendo 8 Exocet SSM (foto), 16 Ketron SAM, y un "LIW 35 mm twin dual purpose gun" en la popa. La citadela (con el puente, crew quarters, etc) puede cerrarse herméticamente y aislarse en caso de contaminación química. Nuestro guía nos llevó hasta el puente y nos explicó los sistemas de control de navegación y comunicaciones. La estructura en forma de X, nos dijo, lo hace "stealth", pues reduce la "infrared signature", logrando que aparente ser una nave más pequeña en los sistemas de radar. Me impresionó lo nítido que está todo, limpio y ordenado.

Por la tarde, partí en el ferry a Robben Island (RI). Saliendo del puerto, pasamos cerca de los mencionados barcos de guerra (que esperan de ser los más grandes, rápidos y fuertes, como dice el folleto de Amatola: to fight at sea, win at sea, and be unchallenged at sea) al lado de nuestro Oceanic II (esperanzas de consenso y humanidad, como dice nuestro slogan: experience a world of difference.) RI es el símbolo de la represión del diálogo entre razas: aunque allí hubo hospitales, correo, pescadores, bases militares, etc, es más conocida por ser la isla-prisión usada durante la época del apartheid para aislar agitadores políticos. Mandela la volvió museo con la esperanza de que sea un modelo para la reconciliación. UNESCO la declaró Patrimonio Mundial. Ahora, es tan popular la visita, que se mantiene llena y hay que ir a comprar la entrada varios días antes.

La primera parte del tour lleva 45 minutos y es simplemente sentarse en un bus e ir viendo la isla desde allí. Pasamos por el cementerio de los leprosos, de cuando aquí había un sanatorio parellos. Pasamos por la casa donde Robert Sobukwe, fundador del Pan Africanist Congress, que vivió en aislamiento total por varios años. Pasamos por el faro y las playas y los cañones que permanecen funcionales desde la WWII. Pasamos por la villa de los guardias y la pequeña iglesia, donde hoy día se celebran matrimonios en fechas como el 14 de febrero (por qué alguien querría casarse en una isla prisión, no me lo explico.) Pasamos por la cantera donde Mandela y los demás presos políticos trabajaron años y años forzadamente sacando cal. Llegamos a la prisión y nos bajamos. Nuestro guía, un ex-prisionero, nos recibió con "great pleasure" y nos dijo "You are also free to ask questions - but not difficult questions." Nos llevó hasta las celdas comunes y habló sobre los años que pasó allí. Su narrativa sonaba bien ensayada, y me pareció algo cansado de repetirla paciente y deliberadamente, una vez más. Terminamos frente a la celda individual donde Nelson Mandela pasó 18 años. Este, el supuesto highlight de la visita, fue un anticlímax, por dos razones. Una, que dicha celda es igual a todas las demás (por supuesto) y desde ese punto de vista, no tiene nada especial. Y dos, por el comentario del guía: "You may stay here and take pictures. Take your time but don't take mine." Y salió hacia la puerta, donde nos despidió. Suena bien la idea de que los antiguos presos, liberados, hayan vuelto por voluntad propia a la isla, para guiarnos y educarnos a quienes llegamos hoy allí por primera y probablemente última vez. Aunque leí algunas quejas (que ganan poco, que no les dan un porcentaje de los ingresos de los tours) también encontré comentarios esperanzados de que el ahora museo contribuye a la armonía en la nueva nación sudafricana. Saber cómo lo verá realmente este ex-preso político. Regresamos lentamente (más de una hora) en el ferry, tiempo de sobra para disfrutar de una vista fantástica de las montañas, el puerto, y un mar calmísimo y un cielo perfectamente azul.

Cené un sampler de comida sudafricana, acompañada de la mejor vista del puerto y leyendo el artículo de portada Bush in Africa en la Time de esta semana. En resumen, dice Bob Geldof, Bush ha iniciado buenos proyectos en Africa, pero tiene un problema de marketing y de imagen. Me quedé viendo la puesta del sol en Lido. En la cubierta de Berlín tenían una recepción bien concurrida. Nomás se puso el sol, apagaron las luces, todos los asistentes se callaron, entró en silencio una larga fila de marineros con antorchas y rodearon la cubierta, tocaron el himno sudafricano y el himno alemán, bajaron las banderas y se las llevaron a guardar.


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Posdata: el ejercicio en que estaban participando estos barcos se llamó Good Hope III, pero eso lo supe hasta mucho después, a través de un video posteado en el sitio de la Marina de SA. Me parece una coincidencia genial que, en el fondo, sale nuestro barco justo cuando hablan (en afrikaans, pero se medio entiende) de que hubo discusiones a bordo sobre eliminar (?) obstáculos que aún existan en la transformación en cuanto a raza y género. Entiendo que mejorar la comunicación elimina obstáculos y logra mejor trabajo en equipo, espero, en paz.



AP.

Friday, February 29

Tribus

Cuando me desperté, ya estaban allí. Parqueados a nuestro lado, tres barcos de la marina alemana (izq a derecha: Berlin, Hamburg y Köln) y una fragata sudafricana (SAS Amatola). Ya había grupitos de turistas locales e internacionales tomándoles fotos y video. Me acerqué a saludar a un grupo de uniformados. Se veían contentos de estar en puerto. Me hicieron preguntas sobre TSS (cuántos estudiantes llevan? qué hacen? es cierto que los oficiales son griegos?) y me invitaron al open house que será mañana. Desayuné en Exclusive Books, la librería que está a pocos pasos del barco y que además de una selección completa de libros y revistas, tiene mesas afuera, con vista perfecta al Table Mountain y su nube que cae rodando de la cima, como un "mantel" de neblina - o de humo, de acuerdo con la leyenda de van Hunks. La nube caía y caía, pero nunca pasaba del mismo nivel, o sea, sin caer hasta el pie de la montaña - a dónde se iría?

El acuario es, según Frommer's, "the most exciting attaction at the Waterfront". Tienen 3,000 especímenes de dos océanos, exhibidos de forma original. Ejemplo: este tanque redondo lleno de peces payaso (clownfish, aka "nemos") con una cueva en el centro para "meterse" en el tanque, como demuestran todos los niños de una tribu visitante. Otro ejemplo: medusas rollizas flotando en luz violeta sobre un fondo de vidrio. Otro: las anémonas en un tanque sencillo, presentado como si fuera una pintura con ancho marco negro. En oscuridad casi total, un tanque lleno de cangrejos de patas larguísimas, otro de tiburones gordos, y otro de langostinos como locos comiendo erizos de mar. El visitor's map indica qué especies están en peligro de extinción y allí me enteré que debo decir "no, gracias" cuando me ofrezcan "kingclip" (oops - estaba rico antenoche - si es que era kingclip, porque cómo saber?) Muy triste pero muy educativa la exhibición sobre los albatros: 100,000 de estas aves se ahogan cada año, porque se quedan enganchadas en las "líneas extensivas de anzuelos usados en la pesca pelágica" (muy alejada de la costa). Soluciones: tirar los anzuelos de noche, agregar pesos a las líneas para que se hundan más rápido y los pájaros no tengan tiempo de ir tras la carnada, o agregar "espantapájaros" (tori lines) en una segunda línea que queda sobre el agua. El salón donde se trata el tema está dominado por la famosa foto de un albatros ahogado, enganchado a una línea de pesca. Es una foto terrible y algo cruda para haberla colocado sobre el "touch pool" y el upbeat salón educacional para niños... Más adentro, simpáticos pingüinos y un inmenso tanque con un "bosque de algas marinas" (kelp forest). Trivia: las algas se alimentan de la amonia que desechan los peces, purificando el agua. En el acuario aprovechan esto: cuando hay marea roja y no pueden usar el agua del puerto para alimentar los demás tanques, usan este tanque para purificarla y luego la distribuyen por el acuario!

En la noche, fuimos más de 100 TSS'rs a ver un partido de rugby: Crusaders (de Christchurch, NZ) vs. Stormers (de Newlands, Cape Town). Lo organizó Kim, así que llegamos en mood tribal, todos de rojo y negro y con mantas pro Crusaders. Desde que llegamos había grupos de aficionados con disfraces chistosos, como los 30 argentinos todos con pelucas verdes. Ni decir que la gente alrededor nuestro nos veía como bichos raros, pero los Crusaders jugaron bien y aunque sé nada de rugby, y a pesar de los trancazos y revolcadas que se dan todos, pareció una victoria relativamente fácil!

AP.

Thursday, February 28

Hoerikwaggo

Amanecí con la increíble vista de las montañas desde mi ventana. Devil's Peak (izquierda) cubierta de nubes; Table Mountain o Hoerikwaggo (montaña del mar, como la llamaban los Khoekhoen) perfectamente crisp clear; patos y focas nadando alrededor del barco. Todo tan tranquilo! Me quedé en Lido, escribiendo y disfrutando la vista. Estamos en el "Victoria and Alfred Waterfront", frente al elegante Table Bay Hotel (donde la gente paga unos $1,000 la noche por una vista equivalente a la nuestra) y el Victoria Wharf Mall con 300 tiendas, 30 restaurantes y 20 cines. Además de muelles y hoteles, hay oficinas, museos, un acuario, mercados, calles peatonales, cantidad de bares, restaurantes, y parqueos. En 2006, vendieron el Waterfront al consorcio L&R, un grupo hotelero y de bienes raíces, por 7 billones de rands (US$1 billón). L&R está desarrollando más servicios en el área, para estar listos cuando lleguen las hordas de aficionados al fut para la copa mundial de 2010. A los estudiantes les fascinó esta área, segura, agradable, hay de todo y el tipo de cambio muy favorable: unos 7 rand por US$1, parecido a Guate. Los precios también están parecidos a los de Guatemala: el mejor restaurante del Waterfront cobra 135 rand por su plato más caro. Una camisa de tela típica, 60-100 rand. La revista Time, 30 rand. Un CD de música de moda, 120 rand. También como en Guatemala: aquí tocan marimba! Este conjunto alegraba la calle con tres marimbas (sencillas, con caja de resonancia de plywood), tambor, saxo, pandereta, y mucho espíritu! Aprovechando la variedad de librerías, compré revistas (las de rigor, más South African Business Magazine, CIO Africa, European Business...) y algunos libros de viaje que nos van a servir (Istanbul, Barcelona...) para la biblioteca. Y en el súper, varias libras de dulces para las "atenciones a clientes", así como de una vez algunas provisiones para la travesía de aquí a Barcelona: queso, toronjas, galletas, nueces, y dos libras de la versión sudafricana del biscotti: aquí les llaman "rusks", son más cortos y cuadrados, y vienen en sabores como semillas de amapola, limón, y mi sabor favorito: buttermilk.

Le dí la vuelta a la ciudad en el bus rojo desos de hop on, hop off. Otra similitud con Guate: razor blade sobre paredes altas, en todos lados. Me bajé en la estación del funicular para subir Table Mountain. El piso de la góndola va dando vueltas, así que todos los pasajeros tienen una vista de 360 grados. La montaña es de granito y calculan que tiene más de 250 millones de años de "edad". Arriba, a mil y pico empinados metros sobre el nivel del mar, caminé por la plana montaña disfrutando de una vista espectacular para todos lados. Sin barandas, sin guardias, con mucho cuidado y juicio. Dicen que se vé desde 150 km mar adentro! En la foto, arriba a la izquierda apenas se nota Robben Island, la isla prisión, y abajo, parte de la ciudad, con el Waterfront. El diagrama (derecha) es de una placa de metal atornillada en el mirador que da al sur. Muestra cómo el Índico y el Atlántico chocan frente al Cabo, aunque como se vé, el punto más sureño es Cabo Agulhas. La montaña es parte de la región llamada Cape Floral, que fue declarada World Heritage Site de UNESCO por su riqueza vegetal: en 0.05% de la superficie terrestre, esta región contiene 3% de las especies de plantas. Y el 70% de esas especies (unas 6,700) son endémicas y no se encuentran en otra parte del mundo. También hay animales únicos, como los dassies (que se esconden de día, me parece), esta lagartija acorazada de aspecto prehistórico, y los sudafricanos homo sapiens escalamontes asoleados con sus cachorros en carruajitos. Un highlight de mi caminata por la cima fue pararme en la orilla, a oír caer las piedras de los acantilados. Acepto que la subida en funicular fue un tanto chanchuyo... algunos del barco subieron a pie, eso sí, en grupos y/o con guías, dejaré eso pendiente para "otro día" ;-)

AP

Wednesday, February 27

Con vivir

Mini déjà vu estilo Shanghai: por neblina, nuestra entrada al puerto de Cape Town se retrasó más de tres horas. Y cuando al fin doqueamos, no pudimos disfrutar de la famosa vista de la ciudad al pie de Table Top Mountain que quedó escondida tras las nubes. Karin, la guía de turismo asignada al AFP de Global Cultures and Social Change, aseguró que si el día estuviera como estuvo ayer, y anteayer, y anteanteayer, veríamos un cielo profundamente azul y la montaña justo allí. Hace 80 años, un viajero llamado A.W. Wells describió a Cape Town como a long, straggling series of suburbs, stretching for nearly thirty miles, clinging mainly to the seashore and dipping inland a little only when the mountain will allow it. Sí, el mar y la montaña son dos presencias constantes. Una de las calles principales del centro, Strand, se llama así porque justamente allí estaba la playa antes de que rellenaran el puerto, "reclamando" tierra al estilo holandés. La ciudad hoy ocupa 2,500 km cuadrados. La población actual es de más de 3 millones, y de acuerdo con Wikipedia: Coloured people account for 48.13% of the population, followed by Black Africans at 31%, Whites at 18.75%, and Asians at 1.43%. Reléase la anterior oración para empezar a apreciar los porcentajes y las diferencias raciales establecidas en este país.

Primero, caminamos por el área llamada Gardens, donde hace 300 años cultivaban frutas y verduras para suplir a los barcos que iban y venían entre Europa y Asia. Ahora es un jardín botánico y parque público que rodea al parlamento, la casa presidencial (invitado du jour, Monsieur Sarkozy), la biblioteca nacional, un planetario, museos, y otros edificios públicos. En su centro encontramos esta estatua de Cecil Rhodes, quien consolidó la diamantina De Beer Mining Company, fundó su propio país (Rhodesia, actualmente Zambia y Zimbabwe), y póstumamente benefactó a muchos famosos (como James H. Billington, bibliotecario del congreso de USA y Bill Clinton, Presidente) a través de las prestigiosas Rhodes Scholarships. En 1896, Mark Twain visitó la mina de diamantes en Kimberley, fascinado porque no fueron los nativos sino el hombre blanco el que "descubrió" y explotó esta riqueza, y cuestionó si Rhodes era el patriota y estadista adorado por multitudes o el mismo Satanás: Mr. Rhodes is... the most imposing figure in the British empire outside of England. When he stands on the Cape of Good Hope, his shadow falls to the Zambesi. ... I admire him, I frankly confess it; and when his time comes I shall buy a piece of the rope for a keepsake. Pero Rhodes murió por causas naturales tras vivir intensamente poco menos de 50 años.

Ibrahim, en la foto, nos acompañó por el resto de la mañana. Se acomodó con todo placer en esta banca marcada "Whites Only", algo que hace dos décadas no podría haber hecho. Y nos habló largo y tendido sobre los tiempos del apartheid. La segregación oficial de los no-blancos se instauró oficialmente en 1948 a través de una serie de decretos, como el registro obligatorio de la raza de cada persona, la prohibición legal de matrimonio entre razas, la fundación de universidades separadas por raza, la división del país en homelands y la prohibición de visitar otro homeland sin un pase o permiso especial. La banca en cuestión es un ejemplo del día a día en la separación en los servicios públicos: según Ibrahim, habría varias bancas para blancos de un lado de la calle, y del otro lado, quizás una banca en mal estado para los no-blancos. P.J. O'Rourke captura y transmite el meollo del asunto en su ensayo "In Whitest Africa", publicado por Rolling Stone en 1986: "Everywhere you go in the world, somedody's raping women, expelling ethnic Chinese, enslaving stone-age tribesmen, shooting Communists, rounding up Jews, kidnapping Americans, setting fire to Sikhs, keeping Catholics out of country clubs... The problem with South Africans is they admit it. They don't say, like the French, Algerians have a legal right to live in the sixteenth arrondisement, but they can't afford to. They don't say, like the Israelis, Arabs have a legal right to live in West Jerusalem, but they're afraid to. They don't say, like the Americans, Indians have a legal right to live in Ohio, but, oops, we killed them all. The South Africans just say, F*** you. We're bigots. We hate them for this. And we're going to hold indignant demonstrations and make our universities sell all their Krugerrands until the South Africans learn to stand up and lie like white men."

Ibrahim nos llevó a caminar por Bo-Kaap, el área donde vivían los carpinteros y constructores malayos que fueron traídos acá desde Indonesia, como esclavos, por los holandeses del siglo XVII. Según él, cuando a los esclavos se les permitió ser propietarios de sus casas, las pintaron de colores brillantes como expresión de libertad. Nota bene, otra guía nos dijo que los colores servían una función práctica: "llegate a mi casa, es la verde perico." Ibrahim nos mostró la mezquita, construida en 1794, donde se guarda una copia del Corán escrita a mano y de memoria "con todos los puntos y comas" por un santo musulmán. Nos explicó que este barrio sobrevivió la época de apartheid porque sus vecinos eran muy religiosos, y como los blancos también se preciaban de serlo, los dejaron en paz. De hecho, en el barrio llamado District Six vivía gente de color, musulmanes, negros, asiáticos, hasta que fue declarado como área exclusiva para blancos. Más de 60,000 personas tuvieron que salir de allí. Botaron todas las casas, pero respetaron las iglesias y mezquitas. Y es hasta ahora, 14 años después del fin oficial del apartheid, que está empezando la devolución de sus propiedades a las familias desplazadas. En teoría, Sudáfrica ha visto un cambio tremendo que no parecería posible para tan poco tiempo. Según discutimos con Nancy, esta transición pacífica fue posible gracias a la política de perdón y reconciliación de Mandela. Pero qué puede hacerse para re-integrar físicamente a este lado de Cape Town a millones y millones de personas que ahora viven prácticamente fuera del mapa?

Ibrahim nos recordó varias veces que lo más importante del recorrido sería el almuerzo, al cual nos llevó a las 12:30 en punto. "Biesmiellah" (gracias a Allah) es un pequeño pero bien recomendado restaurante malay familiar. La dueña nos fue explicando el menú: samosas de carne y vegetarianas, rollitos de pollo fritos, bolitas de papa con especies, curries de pollo y de carnero, arroz con azafrán, y un fresco de frutas, espeso y rico, de composición secreta ("it's all fresh fruit we squeeze ourselves.")

Sudáfrica es el único lugar que no sólo vendía sino también compraba esclavos, nos informó en la tarde Melissa E. Steyn, profesora de comunicaciones de la Universidad de Cape Town (UCT), tataranieta del head stone mason que construyó el edificio "más antiguo de Sudáfrica" y autora de Whiteness Just Isn't What It Used to Be (SUNY Press, 2001). En su libro, explora el hecho de que los blancos en SA siempre han pensado que lo normal es ser blanco y discute las consecuencias que tiene para esta minoría verse obligados a cambiar esa perspectiva. El poder político está ahora en manos de la mayoría negra. Económicamente, el poder lo tienen los blancos. Insistió que encuentra irónico que nadie hubiera pensado en esto mucho tiempo antes, incluso ella, viniendo de una familia progresista a pesar de ser blanca, no lo pensó hasta que salió del país y... cambió de perspectiva.

Me escapé para buscar la biblioteca. El conserje me mostró dónde tomar el shuttle correcto para llegar al Upper Campus y un estudiante alemán que está acá de intercambio por un semestre amablemente me llevó hasta la entrada de la Biblioteca. Conocí alli a la directora de servicios, Anita Visser, y a la coordinadora de eResources, Caroline Dean (derecha, en la foto). Ambas me hablaron de la necesidad que hay en SA de formar investigadores, y de los cambios que tienen que hacer en la biblioteca para servirlos mejor. Y ambas me aseguraron que estarían esperando a nuestros estudiantes para ayudarlos en todo lo que fuera posible. Espero que los chicos de TSS aprovechen esta excelente biblioteca, porque aunque no tendrán acceso a recursos digitales, las colecciones impresas son justo lo que necesitan. Y que traigan sus cartas de presentación, porque para entrar hay dos opciones: pasar por una tranca que se activa sólo con carnet válido de UCT, o negociar explicatoriamente con un guardia apostado bajo cinco letreros con cinco explicaciones de por qué es absolutamente necesario tener carnet válido para entrar. Aún así, hice cola detrás de un joven y su amiga, la cual no tenía carnet y pretendía entrar como "acompañante" de él. La biblio usa Dewey, y tienen subdivida la colección en tres grandes áreas y por nivel: humanidades, ciencia e ingeniería, y comercio. El edificio tiene menos de 10 años, huele bien (o sea, ni a polvo ni a moho a pesar de las alfombras y aire acondicionado), tiene buena iluminación y estaba bastante concurrido ("acaba de empezar el año, pienso que aún están muy entusiasmados", me dijo una bibliotecaria) pero aún así, la bulla no es exagerada. Talvez ayuda el banner de la entrada, que grita en rojo y blanco: "You are NOW in the library. PLEASE BE QUIET." Y en la parte de atrás, o sea, visible cuando uno va de salida, nos recuerda: "You are STILL in the library. PLEASE BE QUIET". Esta área de la entrada tiene ruido relativo, conté aprox. 200 puestos de estudio, además hay computadoras de uso controlado por usuario y password, y están circulación y fotocopiadoras. Y el espacio es abierto, ya que parte del segundo nivel es sólo un mezzanine, lo cual abre la iluminación natural a los dos pisos y crea un espacio agradable para la lectura. Aparte, hay "zonas de silencio." Adjunta al mismo edificio está la antigua biblioteca, que ahora es la African Studies Library, con un salón de lectura de techo alto y grandes mesas de madera. Me sorprendió el uso de telas típicas de colores, algunas incluso con el retrato de Mandela, para recubrir los topes de los anaqueles y el mostrador de circulación.

Caminando por el campus noté un mix racial como no había visto ni en el puerto, ni en el centro, ni en Bo Kaap. Frente a Jameson Hall, la plaza es punto de reunión, y en general sentí un ambiente intenso, ruidoso, de mucho movimiento, todos muy alertas y algunos estudiantes incluso con actitud retadora. No pretendo entender la dinámica social, sólo pienso que será en ambientes así, donde la nueva generación tenga oportunidad de conocerse y con vivir, que podrá darse un cambio de actitud duradero. De regreso, estaba aclarando y tuvimos nuestras primeras vistas de la famosa montaña, y ahora sí, desde la ventana de mi cabina, sí que tengo la mejor vista: el puerto y Table Mountain, con su "mantel" se neblina. En la noche, salimos para despedir de soltera a Kerstin, en un restaurante "italiano" de mariscos en el mismo muelle. Todo nos supo a gloria!

Tuesday, February 26

Agulhas

Fire drill a las 11:00. Whitecaps en el viento constante, con la luz de la tarde dentro. Security briefing a las 19:30. Cartas de presentación para las bibliotecas: listas, firmadas y entregadas. Emails con mi ahijado, sobre las fronteras de los mares y bucear con tiburones. Casi a las 23:00, Cabo Agulhas, el punto más sureño de Africa, con su faro visible cada cinco segundos. Y entre todo, recuerdos de mi hermano, que hoy cumpliría 40 años.

Monday, February 25

Hugging the coast

Para ir de Durban a East London, dicen los amigos del Copihue, it is imperative to have a good forecast for this leg as there is not the remotest degree of shelter for over 255 miles. Algún día me gustaría que el navigational officer diera más que un weather forecast, que explicara por qué el curso que vamos siguiendo. Mientras, me queda nomás notar que nunca habíamos ido tan cerca de la costa, apenas 6-15 millas la mayor parte del tiempo. Por algo será. Hoy, día 55, empieza la segunda mitad del viaje para los estudiantes. Para mí, van maomenos tres cuartas partes del viaje completo. Y ha valido la pena cada minuto! Como para marcar el momento, Ron y Eric llegaron después que cerré, a las 23:00, para entrevistarme sobre el rol de la biblioteca en la vida del barco. Dijeron que quedó bien, ojalá usen el footage para algún anuncio ;-)


AP.

Sunday, February 24

Sinking feeling

A simple vista, sólo distinguía un blob blanco... sería un barco? A qué distancia estaría? Tomé la foto con el zoom óptico máximo de mi Canon, 10x. Gracias a los 7.1 mpixeles, se reconoce lo que es al verla en la comput: un barco hundiéndose en el horizonte! Una investigación rápida me llevó al sitio de Mathematica, con una demo interactiva que no deja lugar a dudas: por supuesto, al pasar por el horizonte, la parte inferior del barco desaparece de vista antes que el resto del barco. Había romanos con muy buena vista que ya lo sabían y Valerius Flaccus lo dijo poéticamente: donec iam celsior arbore pontus, immensusque ratem spectantibus abstulit aer... (Argonautica, citado por J.O. Thompson en una breve nota). Y esta observación antigua ya demostraba la redondez de la tierra pero fue olvidada y rescatada sólo siglos después. Mi segunda pregunta era, a qué distancia estaría dicho barco? La respuesta que hemos manejado a bordo es que el horizonte visible está aprox. a 20 millas. Pero hoy aprendí que esto no es cierto. En Wikipedia encontré la sencilla fórmula para calcular la distancia al horizonte: raíz cuadrada de 13 * h, donde h es la altura de la observación. En otras palabras, si mis ojos están a 1.61m de altura, parada en la playa puedo ver el horizonte a 4.57 km. PERO, si estoy en la cubierta de Riviera, que está a unos 9.5 metros sobre el mar, puedo ver hasta 11 km. A esa distancia estaba entonces el susodicho barquito blanco. Por supuesto, surgen nuevas dudas: tendrá algún efecto la altura de las olas? La densidad del aire? Y en el caso de mi barquito, va de lado, no enfilando al horizonte. Cuál será la probabilidad de observar algo así?

A las 11:00, el safety officer anunció que en 30 minutos cambiaríamos de curso y recomendó asegurar nuestras cosas, ya que las condiciones son algo rough. A las 11:30 en punto empezamos a cruzar al oeste: de 182 grados que veníamos manteniendo, a 271 grados. La maniobra llevó media hora! La razón fue científica: Dana y Melanie se pasaron el resto del día echando al agua XBTs (Expendable Bathythermographs) para medir la temperatura del agua en distintos puntos predeterminados de la corriente de Agulha, todos a la altura de aprox. 29 grados. Cuande salí de la biblio, pasadas las 23:00, bajé a echar el XBT #16 al agua. Las cápsulas, rotuladas "Deep Blue", tienen dos partes: el XBT propiamente dicho, que parece una bala con aletas, contiene un termómetro y 760 metros de fino alambre de cobre, por el cual transmite la info a la superficie. Y el cartucho tiene un conector que recibe la info del alambre de cobre, y a través de la pistola, la manda hasta un "acquisition box" que la pasa a una laptop. En la foto, Dana explica al Capitán Dyonisius cómo se hace el launch: el cartucho se coloca en la pistola que él tiene en la mano, se quita un pin, el XBT cae al agua, y se sostiene la pistola hasta que el alambre de cobre se rompe. La gráfica de profundidad/temperatura va saliendo de una vez en la pantalla. Es interesante que el XBT no mide la profundidad sino la aproxima por el tiempo de caída. Cuando llegamos a menos de 30 millas de la costa, empezaron a topar a los 360m. Sólo se ve un snag en la gráfica en esa profundidad, y el sistema sigue marcando como si siguiera bajando y registrando la misma temperatura. En los que yo ví, la temperatura de la capa superior de agua era de 27 C, de 20 metros de grosor. De allí, bajaba hasta 5-10 C. Me quedé hasta la 1:30 y todavía seguí la pista de nuestro rumbo, directo a Durban, hasta que volteamos y seguimos costa abajo pasadas las 2:15.