Mi día en el zoológico de Taronga.
Esta wallabee se llama Eli. Eli tiene cinco años y trabaja en el zoológico de Taronga, en el área llamada Australian walkthrough, con un grupo de wallabees tan felices como ella, y con un par de casuarios, primos de los emús, avestruces, moas (ya extintas) y kiwis. Durante el día, entran humanos a caminar en su área, lo bueno es que estos humanos se quedan en la vereda marcada, así que ella puede observarlos mientras dormita en su madriguera. Pero lo que más le gusta es que de vez en cuando, aparece la humana que la cuida, y le da manías o gramita fresca. Con esto Eli se pone feliz y se queda quietecita mientras los turistas la abrazan y fascinados nos tomamos fotos con ella. Look up, Eli! Eli es una buena wallabee.
Fred es uno de los koalas más dormilones de Taronga. Su trabajo es dejarse tomar fotos con los turistas. En realidad es fácil, porque sus cuidadores no dejan que los turistas lo toquen, esto ayuda a mantener su vestuario en su lugar. Ni siquiera tiene ni que estar despierto para la foto. Comer tanto eucalipto es trabajoso, y digerirlo aún más. Por eso prefiere dormir para conservar energías, y moverse despacito. Y Fred tiene suerte porque sólo trabaja tres horas al día. Fred es un koala amoroso y popular.
Leslie, una cóndor pichona, está posada a los pies de su entrenadora. Leslie también es feliz en el zoológico de Taronga, porque todos los días actúa en el Free Flight Show. Cuando su cuidadora la llama, Leslie vuela sobre las cabezas de los humanos que se quedan asombrados al sentirla pasar tan cerca. Leslie es una de las estrellas del show, en el que también actúan sus amigos búhos, halcones y águilas, y hasta algunas ratitas que ya están casi de punto. Sunny (*nombre artístico) es otra de las favoritas del show, porque es una kakatúa negra de cola amarilla súper simpática y todos los niños se acercan a platicar con ella. En realidad, niños y adultos humanos salen fascinados del show, y los pájaros también, porque disfrutan volando en este escenario espectacular con el puerto de Sydney, su famoso puente y la casa de la ópera como fondo.
Max el equidna estaba a punto de comerse su almuerzo con sabor a milkshake de hormigas, cuando su cuidador lo levantó para que pudiéramos saludarlo y acariciarlo - con cuidado y en la dirección correcta, por supuesto. Max estaba impaciente por irse a comer, así que nos despedimos rápido.
Mindy y Cindy (*nombres cambiados para proteger su identidad) son dos de las pingüinitas australianas, nativas del puerto de Sydney, que viven ahora en Taronga. Mindy y Cindy están felices porque conviven con algunas otras variedades de pingüinos que también están en vías de extinción. Esto les da oportunidad de compartir experiencias y esperanzas. De las dos, Mindy es la más fotogénica. Cindy aún es un poco tímida, pero asiste a workshops interculturales para desenvolverse mejor ante los humanos.
Aparte de los animales simpáticos, en Taronga Zoo también hay cocodrilos de agua salada, platypus difíciles de ver, demonios de Tasmania muy perezosos, rosellas, quolls, quokkas, ardillas voladoras, wombats, ratas saltarinas, ghosts (murciélagos carnívoros), bylbys, flying foxes, y muchos, muchos más! Regresé en el teleférico hasta el muelle, donde tomé un water taxi amarillo de regreso a Darling Harbour. Qué bien la pasé hoy en Taronga!