Monday, March 10

Tie the knot!

Kerstin y Giovanni decidieron casarse en altamar y lo lograron: el punto más cercano hoy fue Sao Tomé, a nada más ni nada menos que 700 mn o sea, unos dos días de camino. Y además, muy concientemente, involucraron a todo TSS en la planificación de la ceremonia: decoración (proteas, rosas, sedas de colores, y las banderas alemana e italiana unidas en la popa, más dos barriletes que pusieron los del crew!), textos a leer (mi contribución parcial), música (sólo en TSS pasa algo así: violín, ukelele, bajo, tambor africano, guitarra clásica, y trompeta!) El clima estuvo perfecto: oleaje suave, viento fresco, y en el mar, algae bloom, o sea, florecimiento de algas marinas, lo cual en mi opinión surte el mismo efecto que la lluvia en un casamiento: es un símbolo de buena suerte. Kirsten y Gianni entraron vestidos en tonos naranja (!) , me quedo con la duda de cómo logró él meter su brazo entablillado en esa apretada camisa. El capitán los declaró marido y mujer, y cada uno leyó unas palabras muy sentidas, sobre siempre juntos en buen y mal clima, con y sin mareos, etc. Pat nos dirigió en una tradición budista: nos anudamos listones rojos unos a otros en la muñeca izquierda, transmitiéndole nuestra energía (positiva) a esa persona (Gianni anudándose a Kerstin en la foto, Pat vigila que sea doble nudo :-) David leyó del Cantar de Cantares de Salomón, Cherine y Amanda cantaron "you fill up my senses..." Los chicos de Marruecos dirigieron el primer baile grupal, Za3ma Za3ma. Y todo el grupo matrimonial subió a Lido para el buffet al ritmo de "When the saints go marching in". Fue emocionante, sobre todo ver a los estudiantes en sus mejores galas interculturales y fascinados por una ceremonia tan ecléctica. La cena estuvo excelente, con extras como pavo horneado y la versión local del Baklava. Ahora mismo estoy en Lido, viendo el atardecer. Para mí es una noche especial, porque normalmente, después de cenar, regreso a la biblioteca. Ahora que lo pienso, rara vez he tenido el gusto de quedarme aquí hasta entrado el anochecer. Y la fiesta sigue, con baile en el centro estudiantil, cortar el pastel, tirar el ramo, y un brindis para staff en Starlight Lounge amenizado por el crew band. A mi alrededor docenas de patojos se toman cientos de fotos unos con otros contra los celajes, mientras Slavka toca Love Story en flauta por los altoparlantes... Hoy me preguntaron varias veces si Rodrigo y yo estamos casados (ajá) y sin mala intención, al contrario, a quién no le gustaría casarse en este estilo -- o tener pronto excusa para otra fiesta como ésta :-)