Sunday, October 14

Día 40 - Guayaquil/Quito

El aeropuerto de Guayaquil me sorprendió: amplio, reluciente, tiene un año de estar en servicio. Las colas en el lobby, ordenadas. El ever present KFC, ropa deportiva Columbia, una pequeña librería con una buena oferta de autores ecuatorianos y sudamericanos, y bestsellers. Pero no pude comprar el periódico porque no tenían vuelto para $5. En los gates, un café con todo importado: nueces, chocolates, aceitunas. Al subirnos al vuelo de TAME (algo tarde), nos regalaron una mini-botellita de yogurt de Toni Benacol, con ingredientes mágicos contra el colesterol. A mi lado iba una niñita brincona, que antes de despegar ya había "leído" toda la revista. Desperté a medio vuelo y ya se había comido dos yogurts, y tenía pendientes una coca cola y un pan. Cuando volví a despertar, me asusté un poco: rasamos los picos de los Andes soberbios, y un minuto después aterrizamos en Quito. Desde que llegué me pareció que el aire es más transparente, el sol más intenso, o ambasdós. Tomé un taxi al hotel, y la plática fue muy animada a pesar del tema: la pérdida en fut de Ecuador ante Venezuela, encima aquí en Quito, y apenas anoche. No hay nadie en las calles: es domingo del fin de semana largo.

Llegué al hotel CaféCultura, pero no podía entrar: el portón estaba con candado. "Por nada, bueno, por seguridad", acepta el portero. Lonely Planet incluye varios recordatorios al respecto: "the trole system is fast, efficient, crowded, and overrun with pickpockets... Quito's bus system is quick and efficient but complicated... The streets around Old Town can get dangerous, especially at night...", todo esto en la misma página 84. CaféCultura es una casona de madera rodeada de un jardín pequeño. Dentro, frescos en todas las paredes grandes y muchas fotos de Quito en otras épocas. Me dieron un cuarto en el segundo piso, se veía bonito, pero nomás abrí la puerta, noté que ya estaba ocupado. Me dieron otro en el tercer piso, pero lástima: más frío y de decoración menos linda. Cené allí y me pasé un buen rato en la "biblioteca". El video promocional producido por el dueño, Laszlo Karolyi, promete: The cozy, woodpaneled library with its crackling open fire provides the perfect setting to end my wonderful city break in Quito. El NY Times describía la biblioteca como un buen lugar para informarse sobre opciones a visitar en Ecuador. El salón está pensado como sala/biblioteca: chimenea, cuadros, muebles cómodos, dos computadoras con Internet ($5 por hora), pero los anaqueles de madera contienen no más de 250 libros, la mayoría viejos y en mal estado y con títulos como: "C++ for Dummies", "1-2-3 Made Easy", "Do it yourself Estate planning guide" y Guía Comercial de Cuenca 1996-1997. En cuanto a guías de viaje, no había ni una sóla. La mayoría de las novelas están apoyadas contra la pared, alrededor del salón, perched on the narrow ledge. Es obvio que no han agregado ni una nueva en años. Son mostly paperbacks and old hardcovers with dustjackets in bad shape. No dan ganas de tocarlos, menos de leerlos! Es una lástima...