Monday, October 1

Día 27 - Canal de Panama

Amanece! Un día muy interesante pasando por el canal de Panamá, o mejor dicho "transitando" el canal. A las 5:48 AM me levanté y subí al Lido deck. Pasamos varios barcos anclados, disminuímos velocidad para bajar a algunos visitantes (al pedalazo se bajaron a un lanchón) y sin parar, pasamos por Limón Bay y enfilamos directo hacia las esclusas de Gatún, que se ven a lo lejos en esta foto con Leo y su esposa, Ann.

7 am: En lo que llegábamos, aproveché para ir a desayunar. Mientras comíamos, Ganesh contaba historias de la India, porque el paisaje tropical acuático le recordaba el área de Kerala. Llegamos a las esclusas de Gatún. Una pareja de loros pasa sobre nosotros gritando, ya van tarde al trabajo!

7:38 am: por los altoparlantes, se presenta una nueva voz: Paul Reed, de la ACP (Autoridad del Canal de Panamá) va a ir narrando los highlights del paso. Paul nos cuenta que hoy es un busy day: 41 barcos harán el tránsito, la mitad son panamax y hay uno muy especial, el único de pasajeros: Oceanic II, que hoy es la "reina del canal" :-) Mientras vamos entrando a la primera esclusa, Paul nos informa que el barco llamado Pyxis, que ya está en la esclusa a estribor, es un panamax, o sea, es del tamaño máximo que puede pasar por las esclusas. Cada esclusa tiene 330 metros de largo y 33.5 metros de ancho. El espacio que queda entre las paredes de la esclusa y ese barco es de unos 2 pies, pero han tenido algunos que sólo dejan 11 pulgadas de luz.

La compuerta de la esclusa se cierra detrás de Oceanic II. En la proa hay un grupo de unas 10 personas de camisa celeste, en cuya espalda dice "Pasacables". Están ocupados justamente pasando los cables que nos fijan mientras el agua empieza a subir. La esclusa, según Paul, se llena en 8 minutos, "más rápido de lo que ustedes llenan una bañera".


A nuestro lado, el Pyxis ya está flotando aprox. 9 metros (unos 3 pisos) más arriba. Las locomotoras eléctricas llevan a Pyxis hasta la siguiente esclusa, mientras Paul va narrando: cada locomotora eléctrica, conocida como mula, tiene un peso de 50 toneladas y un costo de US$2 millones. La ACP está renovando su flotilla de unas 100 mulas para dar un mejor servicio, y más remolcadores ($5 millones, vimos uno que llegó desde la China) que estarán en servicio sobre todo cuando amplíen el canal.

Casi sin sentirlo, ya flotamos hasta la altura necesaria, se abrieron las compuertas y pasamos a la segunda esclusa. Paul comenta que los barcos panamax tienen prioridad para pasar por el canal, y que los de pasajeros y militares reciben "preferential treatment". El paso se hace confirmando y pagando en efectivo con 96 horas de anticipación, pero puede hacerse desde un año antes. El costo depende del tipo y tamaño del barco. Como dato curioso, la tarifa más baja de la historia fue de 36 centavos, cantidad cobrada a Richard Halliburton en 1928: pasó nadando. El promedio es de unos $60,000; Oceanic II pagó aprox. $100,000 por este paso; barcos más grandes y de mayor tonelaje pueden llegar a pagar $250,000. Lo que hay que tener en cuenta es que esto se paga, pues se evita el costo, tiempo y riesgos de navegar más de 10,000 km. alrededor del Cabo Hueso.

9:10 am: Subimos la tercera esclusa y llegamos al nivel del lago Gatún, a 26 metros sobre nivel del mar. Frente a nosotros, Pyxis ya se está parqueando lago adentro, y poco tiempo después salimos de la esclusa y nos unimos a Pyxis para esperar un par de horas antes de seguir camino. Gatún es un lago artificial, creado hace 100 años para capturar el agua del río Chagres. El Gatún es la pieza clave en la existencia del canal, pues el agua que colecta es la que se usa para el funcionamiento de las esclusas. Cada barco que pasa necesita aprox. 50 millones de galones de agua, que se usan en las esclusas y luego salen al mar.

11:25 am: empezamos la lenta navegación por Gatún hacia el Río Chagres y el Corte Culebra. Son aprox. 46 km, así que me instalé en una silla en Lido deck, a babor. Poco después se me unieron Ganesh y Eli y nos volvimos poster children de la pereceadera. A mediodía asaron carne y pollo a la parrilla, así que nos levantamos unos minutos a servirnos, poco después un capuchino y pastelitos, y seguimos en nuestra deliciosa contemplación de toda una tarde de temperatura perfecta, aire puro, platicando, dozing off, siguiendo a Pyxis y viendo pasar barcos, selva, el tren transoceánico, el cielo azul y nubes de lluvia. Qué vida!!

3 pm: pasamos el corte Culebra o Gaillard, la parte más angosta del canal, y poco después entramos a la esclusa de Pedro Miguel, que nos baja unos 9.5 metros hasta el nivel del lago Miraflores. De allí es un corto tramo a las esclusas de Miraflores. En el centro de visitantes hay como unas 300 personas que, según Paul, vinieron a ver al TSS, así que intercambiamos waves, cheers, gritos y aplausos. Rodrigo me llama, está pendiente del webcam, a ver si me vé (soy la de camisa de rayas ;-) y se pone a capturar la imagen cada 30 segundos para que podamos armar (un día destos) una animación. No somos los únicos: en la proa hay una patoja hablando por celular con su mamá que está siguiendo el webcam en su oficina en USA, otra con su papá en Colombia (no logra verla tampoco), otros con tshirts de colores brillantes y jalando la señal por nuestra lenta señal de satélite a ver si se ven. Tecnología in everyday life!

5:33 pm: salimos de Miraflores y poco después pasamos por el puerto de Balboa, con nuestro primero glimpse de los superedificios de la ciudad de Panamá. Seguimos hasta buen rato después del atardecer, mar afuera, donde docenas de otros barcos también están parqueados. Nos avisaron que la primera noche estaríamos anclados, y para llegar a tierra, usaríamos las lanchas del barco. Como cualquiera podrá imaginarse, después de 12 días en el mar, todos los chicos y chicas estaban más que listos para volar del barco, algunos hasta tenían reservaciones de hoteles para no tener que regresar en la noche, mas sin embargo el oleaje estaba tan fuerte que finalmente Leo anunció que no era seguro tomar el lanchón y que nadie iba a poder salir, así que todos a dormir. Sí pues!