Rodrigo salió a las 7:45 en un taxi al aeropuerto. Lástima que no se queda para experimentar la cruzada del Atlántico! Estuve en el LRC, ingresando los libros que compré ayer. También revisé textos de mi blog que tenía pendientes y en la tarde logré publicarlos, así que avancé bastante.
Después de la cena, estuve en el LRC para atender a una estudiante que necesitaba buscar unos documentos, pero no tuvimos suerte con la conexión a Internet: el satélite se encuentra en mala posición, inténtelo más tarde, etc. Eduardo Gutiérrez, invitado especial de TSS, pasó a visitarme y platicamos un rato sobre su vida, que ha estado dedicada a Naciones Unidas. Ha sido representante para varios países, incluyendo Costa Rica, y va a estar con nosotros hasta Panamá, trabajando con el learning circle de relaciones internacionales. Tiene muchas ideas: hacer un model UN, un panel sobre Centroamérica, sugirió que hagamos un boletín impreso para mantener informados a todos, y nos va a donar algunas publicaciones para la biblioteca. Alisté el LRC para re-abrir mañana.
De las 10 PM hasta la medianoche, estuve en la proa con Paula, Derek, Eli y algunos estudiantes, durante nuestra salida al mar. La foto (arriba) sólo dá una pálida idea de lo espectacular que fue pasar bajo el puente del "dictador" y más tarde, de la "libertad", en una noche clara, de media luna y con la emoción de al fin seguir el viaje. Y por qué no contarlo, cayó una estrella fugaz bien brillante, desié por dos viajes trasatlánticos tranquilos. Regresé a la B54 inspirada para aprender más sobre el mar, navegación, y barcos. Ya a 16 nudos, todo se "menea" y se menea: las puertas, techo y paredes vibran y crujen toda la noche.